Madres comunitarias del ICBF
llegaron a
un acuerdo y levantaron el paro
—Por
primera vez en 28 años tendrán derecho a salario mínimo—
—Tendrían
pensión e inclusión en el programa “De cero a siempre”—
Las 77 mil madres comunitarias que en todo
el país atienden a los niños y niñas de los Hogares de Bienestar, normalizaron
sus labores luego de que anoche martes lograran un preacuerdo con el gobierno sobre
sus demandas, y en consecuencia levantaron el paro que iniciaron desde el lunes.
El acuerdo se logró sobre la base de que,
por primera vez en los 28 años que el ICBF lleva con el programa madres
comunitarias, el gobierno les reconocería su condición de trabajadoras con
derechos, es decir, el pago del salario mínimo legal (actualmente sólo se les
paga el 70% de un SML) y que sean incluidas en planes pensionales, un derecho
que hasta ahora tampoco han tenido, o ha sido precario, pues a ellas no se les considera
empleadas de la entidad. Es una población que no ha sido reconocida en términos
de igualdad con el resto de trabajadores.
Además lograron garantías para que el
nuevo programa “De cero a siempre” las
articule y no las deje por fuera, que es uno de sus temores y la principal
bandera del movimiento de protesta que iniciaron el lunes. Según el ICBF, este
programa busca mejorar la calidad y cobertura en la atención a los niños
de 0 a 5 años de edad en comunidades vulnerables, mediante la estrategia de
brindar atención integral (nutrición, salud y educación) en centros
especializados.
El acuerdo se logró la noche del martes, en reunión
que sostuvieron las dirigentes de las tres organizaciones sindicales de las
madres comunitarias con el subdirector de Primera Infancia del ICBF, Germán Quiroga; el
viceministro de Trabajo, Mauricio Olivero; el Director de Pensiones del
Ministerio de Hacienda, Andrés Restrepo, entre otros.
8
de junio, reunión clave
Ligia Inés Alzate, directora del
Departamento Mujer de la CUT Nacional, quien ha venido acompañando la
movilización y la protesta de las madres comunitarias, calificó como un avance
lo logrado, aunque todavía no se puede cantar victoria porque están pendientes
de las decisión es que se tomen en la mesa de trabajo prevista para el 8 de
junio, en la que se revisarán en detalle las propuestas y la manera como en la
práctica se implementarán las medidas que mejorarían la condición laboral y la
calidad de vida de las madres comunitarias.
Entre tanto, las madres y el
ICBF deberán calcular el ingreso que reciben con todos los beneficios, a fin de
buscar mecanismos que permitan el eventual pago de un salario mínimo a futuro.
Adicionalmente, presentarán y harán entrega de los certificados de estudio que
han adelantado para lograr el reconocimiento salarial.
En cuanto al tema pensional, Ligia Inés Alzate dijo que,
según lo acordado, la pensión sería considerada de manera gradual, dependiendo
de la edad y condición de las madres. Una sería la condición de las que nunca
han aportado al sistema pensional o es bajo su nivel de aportes; otra sería el grupo
de madres que actualmente laboran y tienen entre 45 y 65 años de edad; y lo
otro es definir el ahorro subsidio para responder a las madres que están
laborando y son jóvenes.
También se acordó que para los Hogares
Comunitarios que no transiten a los Centros de Desarrollo Infantil, o sea a la
estrategia “De cero a siempre”, se propondrá a las instancias pertinentes una política pública que abarque la defensa de
los derechos laborales, pensionales y profesionales
de las Madres Comunitarias, en el marco de la política pública de atención la
primera infancia.
Para ello, se establecerá una Mesa con
representantes de las Madres Comunitarias y la Subdirección de Primera Infancia
del ICBF con el fin de estudiar y definir conjuntamente acciones, a tres años,
que propendan por la cualificación y el mejoramiento de condiciones de las
mismas. Entre los temas a revisar está una propuesta de equidad salarial y de
pensiones, costeada y discutida para revisar su viabilidad y aplicarlas en un
mediano plazo.
“La estrategia De cero a siempre está
diseñada y soportada en la participación de las madres comunitarias, se inicia
con las madres que acepten ser incluidas en ella de manera gradual. Pero es
opcional, es decir, si quieren entrar al programa bien, o sino siguen
trabajando en su casa como han venido haciéndolos”, señaló Ligia Alzate.
El acuerdo también incluye que el ICBF informe a
las Direcciones Regionales y Centros Zonales para que no se tome ningún tipo de
represalias a las Madres Comunitarias que participaron en el paro.
Hablan
las madres comunitarias
Para las 77 mil madres comunitarias que
atienden en el país 1´100.00 niños de escasos recursos, definir el tema pensional
resulta de la mayor importancia, ahora que el gobierno cambia la estrategia con
la implementación del programa “De cero a siempre”. Ellas reclaman el derecho a
su pensión, y más considerando que muchas de ellas llevan prácticamente toda su
vida en el servicio.
"Llevamos más de veinte años sirviéndole al país, y ahora nuestro
temor es que quieran despacharnos así no más, sin pensión ni nada, que se deshagan
de nosotras porque ya estamos viejas”, son las palabras de Olinta García, presidenta
nacional de una de las asociaciones de madres comunitarias, refiriéndose a que
el programa “De cero a siempre” está diseñado para mujeres menores de 40 años
de edad con estudio profesional, condiciones que el 80% de las madres
comunitarias no cumplen, pues en su gran mayoría son mujeres mayores y con poca
capacitación.
Además —se queja esta dirigente—
los padres ya no querrán llevar a sus niños para que ellas los cuiden en sus
casas, si pueden acceder al programa “De cero a siempre” que ofrece instalaciones
mejor dotadas, una ración adicional de comida, y gratis. A ellas, en el esquema
actual, cada niño debe pagarles $10.000.
“Nosotros exigimos una pensión digna, no
la cuenta de subsistencia que han anunciado, porque no somos indigentes,
estamos pidiendo respeto para todas”, señaló al respecto Caridad Vásquez,
presidenta del sindicato de madres comunitarias de Medellín.
Sin embargo, la dirección general del ICBF ha aclarado que la entidad no
va a acabar con el programa madres comunitarias, que las mayores de 40 años no serán
rechazadas y que a todas, dependiendo de su edad, se les buscará un rol. Aseguró
que unas 27.000 madres ya cuentan con
un nivel técnico, serán integradas a la estrategia “De cero a siempre”; y las
que no cuentan con capacitación serán apoyadas para que estudien y puedan
seguir en su labor. Y a quienes voluntariamente decidan retirarse y tengan entre 45 y 75 años de edad,
el ICBF les propone una “cuenta de subsistencia”.
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