El conflicto que agita el ambiente laboral en la zona palmicultora de Puerto Wilches —el “desierto verde” del Magdalena Medio—, está todavía lejos de resolverse, y las tensiones obrero-patronales siguen al orden del día, ásperas como papel de lija; al punto que esta semana, durante tres días, los trabajadores vinculados por cooperativas y bolsas de empleo volvieron a parar actividades en dos empresas.
El conflicto está en tal punto porque el empresariado palmero se mantiene firme en la defensa de las cooperativas como modelo de contratación. Sólo que esta vez el Ministerio de Trabajo está en la mitad del conflicto, pero no ya como actor pasivo o proclive a los empresarios, sino apretando tuercas y pisando callos. Esta vez los callos de los empresarios. Recientemente aplicó una multa de $11.702 millones una empresa, 5 cooperativas y una agencia de empleo temporal. Y se esperan más sanciones.
La Agencia de Información de la ENS visitó y recorrió la zona, y ha preparado un informe especial que pinta una radiografía del conflicto y las posiciones de las partes; como también un mapa de la precariedad laboral en que se debaten los trabajadores por cuenta del modelo cooperativo. Para leer el informe vaya a este enlace:
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