Les copio una información que nos llegó desde una confederación de radiodifusores alternativos sobre las interferencias que sufriera el grupo ARTEAR y que se intentó "vender" informativamente como un "atentado a la libertad de expresión" por parte de una "mano negra" en obvia referencia a una supuesta maniobra gubernamental contra dicho grupo empresario.Se los envío porque me parece que es interesante reflexionar como comunicadores, sobre el peligro de las concentraciones monopólicas de la información en nuestro país, y como se maneja a la opinión pública con intencionalidad manifiesta
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Para tristeza de los amantes de las conspiraciones, los investigadores de la empresa de satélites creen que las fallas en la señalde Artear habrían sido provocadas por un ensayo técnico realizado por unoperador centroamericano.
Por Sergio Kiernan
El misterio de las interferencias a las señales de ARTEAR SA en Argentinaparece estar cerca de su resolución: según la investigación técnica deIntelsat, la empresa que maneja desde Estados Unidos las señales satelitalesafectadas, la fuente del problema sería una serie de ensayos técnicosrealizados desde algún país centroamericano. Las interferencias no se habríanrepetido ayer como resultado del trabajo de la administración de la red desatélites, que contactó a la posible fuente y concretó una serie deoperaciones para asegurarse de eliminar el problema. El mismo día, elinterventor del Comfer, Juan Gabriel Mariotto, se presentaba ante la Justiciapara denunciar lo ocurrido y reclamar que se investigue lo sucedido. Hasta esemomento, no se había realizado ninguna denuncia penal por parte de los afectados.Según Artear, las interferencias se produjeron el martes, miércoles y juevesde esta semana, siempre a la tarde y por períodos de dos horas. Las señalesque mostraron problemas fueron Canal 13, Todo Noticias, Metro y Radio Mitre,todas pertenecientes al mismo grupo. Lo que denunció el interventor Mariottofue que, según el artículo 197 del código penal, se podía estar ante un casode "interrumpir o entorpecer la comunicación telegráfica, telefónica o de otranaturaleza", un delito punible con prisión.Ayer mismo, el interventor se comunicó por nota con el abogado de SouthernSatellite Corporation, la subsidiaria argentina de Intelsat. En la nota ledecía al doctor Emilio Beccar Varela que había presentado una denuncia ante eljuzgado 8, fiscalía 12, y le pedía con carácter urgente que presentara todoslos antecedentes e informaciones que tuviera sobre las interferencias. BeccarVarela tendrá bastante que informar, ya que Intelsat venía investigando elproblema desde el momento en que se produjo.De acuerdo con allegados a la investigación, las interferencias afectaron elsatélite Intelsat 3R y "ensuciaron" el uso de la Banda C que alquila ARTEAR enel transponder AM16C del aparato. La firma norteamericana había detectado elproblema desde su Centro de Administración de Señales, que está en Atlanta,Georgia, en el sur de Estados Unidos. Los técnicos percibieron una señal dealta potencia que afectaba el transponder de los argentinos con un nivel deruido de entre 38 y 50 decibeles. El problema siempre empezaba entre las 19.15y las 19.45, hora de Greenwich, y duraba por unas dos horas.El Centro en Atlanta activó el mecanismo habitual para tratar estasinterferencias indebidas, que consiste en alertar al Centro de Operaciones deFrecuencias de Radio, Nivel 2, de la empresa. El Centro Atlanta le pidió alNivel 2 que activara el Sistema Intelsat de Localización de Transmisores paraubicar la fuente de la señal. Esto es un procedimiento habitual porque, segúnlos expertos, es relativamente sencillo emitir señales de alta potencia quepueden "colarse" en un satélite, a propósito o por accidente. Intelsat, que seespecializa en servicios de transmisión en todo el mundo, tiene los equipos ylos procedimientos para generar una "elipse", de modo de localizar la fuente.El mismo martes 24 se activó el sistema, pero el tiempo no alcanzó paradetectar de dónde venía el problema pero sí para descartar varias fuentesposibles. Este miércoles 25 se repitió la situación, se pudieron eliminar másfuentes de la señal y se achicó el área a buscar. Para entonces, losamericanos estaban bastante seguros de que la señal intrusa no provenía deArgentina.Esto lo confirmaron el jueves 26, cuando se repitió el problema. Lo primeroque hizo Intelsat fue cambiar a ARTEAR de frecuencia satelital, de modo deevitarle el problema. Al mismo tiempo, se confirmó que los satélites cercanosal 3R no tenían nada que ver y se habló con otros clientes del mismo aparatopara comprobar que no sufrieran interferencias.Fue entonces que se generó otra elipse y esta vez hubo resultados concretos.Primero, se confirmó que la señal intrusa no provenía de Argentina. De hecho,todo indica que no proviene ni siquiera del hemisferio sur, ya que fuelocalizada en América Central. El Centro de Atlanta de Intelsat se comunicócon la empresa sospechada y comenzó un rápido diálogo que inmediatamentederivó en ajustes de señal. Abandonada la teoría de la conspiración, quedó enel centro del análisis una serie de ensayos de trabajo que simplemente habríansalido mal. En diálogo con los norteamericanos de Atlanta y del Nivel 2, lostécnicos centroamericanos habrían logrado ajustar sus aparatos.En Intelsat no juran que el problema no pueda volver y siguen monitoreando losdos transponders que les alquila el grupo Clarín. Si hubiera nuevasinterferencias, prometen seguir investigando y cambiarle las frecuencias aARTEAR para mantener sus transmisiones limpias. Pero todo indica que la fuentedel asunto ya está localizada lejos, muy lejos del país.© 2000-2009 http://www.pagina12.com.arrepública%20argentina/ Todos los Derechos Reservados
Enviado por Gustavo González (SAL-ARGENTINA)
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