jueves, 3 de abril de 2008

Rol social del Locutor y su influencia en la formación de valores. Etica profesional

3ª. CONFERENCIA DE LOCUTORES DE AMERICA
DIA 1 ABRIL 2008 - CRYSTAL PALACE HOTEL (MONTEVIDEO)
Rol social del Locutor y su influencia en la formación de valores
Etica profesional
Lic.Sergio Gelman
Secretario de Administración, Prensa y Difusión
SOCIEDAD ARGENTINA DE LOCUTORES
Coordinador Grupo Profesional Locutores PANARTES

Adelantándome a la revisión prevista en el programa de actividades para la tarde, quiero recordar ahora algunos puntos de la Declaración de Buenos Aires, emitida en marzo de 2006, al cerrar la 2ª. Conferencia de locutores. Allí arribamos a estas conclusiones:

Que debemos trabajar en el desarrollo de la creatividad y el compromiso social y político de los locutores, dándole especial énfasis a las acciones de solidaridad frente a las multinacionales.
Que la acción ética, como valor permanente, no puede modificarse por un simple acuerdo ni por imposición de sistemas políticos.
Debemos contribuir a consolidar y profundizar el tránsito desde el neoliberalismo nefasto con sus graves secuelas hacia proyectos nacionales orientados por otros valores como Derechos Humanos, Solidaridad, Justicia Independiente, Memoria Histórica, Igualdad Social y políticas autónomas de los intereses y presiones de los grupos económicos dominantes.
Han pasado dos años desde que el abordaje de este tema arrojó las conclusiones que acabo de enunciar. Cabe preguntarse entonces si desde entonces hasta hoy, hubo cambios en la relación del locutor con los medios y con el receptor del mensaje.
Hablemos del compromiso social del locutor, de su importancia como comunicador, como recreador de la realidad.
Dice el ensayista Alain García (http://www.geocities.com/alaingarcia.geo/ensayos/responsa.htm)
que nuestra función se parece a la de aquellos privilegiados que en las sociedades primitivas, bajo distintas denominaciones, descifraban los fenómenos para el resto de la comunidad. Pero ellos no tenían cámaras ni micrófonos....ni Internet. Ahora tal vez el comunicador no utilice mitos para la explicación y representación de la realidad, pero de alguna forma sirve de guía para la sociedad.
Los comunicadores tenemos la facilidad de aprehender sensorialmente los eventos de la cotidianeidad y también, cuando actuamos como cronistas, somos los que presenciamos los acontecimientos.
Es de aquí donde radica la importancia del comunicador; mientras las personas asisten a clases o al trabajo, nosotros estamos "cubriendo" el paro agrario en la Argentina, la evolución de los mercados de capitales del mundo, el partido de fútbol, conferencias, etc. Y es a través de estos reportes que la gente se entera de lo que sucede fuera de su limitado campo de acción.
Pero, nos limitamos tan sólo a decirles como fue que sucedieron los hechos? No, también anexamos juicios de valor de carácter personal que invariablemente crean una actitud en nuestros oyentes.
Los comunicadores obtenemos la información de primera mano o luego de una investigación minuciosa para ofrecerla al público y éste puede utilizarla de acuerdo a sus propios objetivos. Esa información que el público no puede obtener, o que representaría un esfuerzo considerable conseguir.
Así, los comunicadores nos constituímos en los ojos, los oidos y la voz de la comunidad, papel que representa una gran responsabilidad. Su poder es en sí inmenso (hablo de recrear la realidad) por lo que nuestra responsabilidad frente al auditorio, hacia la sociedad, debe ser de la misma magnitud.
¿Cuáles serían esas responsabilidades?
"Las responsabilidades comienzan cuando establecemos un compromiso con la sociedad." ( Lamentablemente) hay "casos en que el compromiso de algunos comunicadores no es tanto con la sociedad, sino con los dueños del medio. Así, no se hablará del mecanismo por el cual obtuvieron la concesión ni de su relación con el gobierno para mantenerla, a cambio de la ignorancia de la población de los manejos espurios de las autoridades. (...) Y por qué? Simplemente porque el comunicador que no siga las reglas es excluido o limitada su participación.
El compromiso social del comunicador debería ser el de proporcionarle a la sociedad la información más relevante, más trascendental, para su futuro desarrollo. Esto implica una gran capacidad de análisis, de descubrir y señalar la esencia de los fenómenos y no contentarse con su apariencia.
Insiste García en que el comunicador recrea la realidad. Su compromiso reside en que no debe ser parcial y al mismo tiempo debe ser objetivo. En aprovechar su situación privilegiada para apoyar el desarrollo de la sociedad y no su atraso y deterioro. En ser un factor en pro de la libertad y no de la servidumbre o semi-esclavitud.

Que dicen las encuestas? Que los medios de comunicación ocupan el tercer lugar entre las entidades que gozan de mayor credibilidad en México, luego de las empresas y las Organizaciones No Gubernamentales. De esta forma, la confianza en el contenido gratuito de información es mayor en México que en cualquier otro país de la región, con un 69 por ciento. Información publicada en el diario El Financiero (México).El informe subraya que los medios de comunicación incrementaron su credibilidad en el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur e India.
Con motivo de la celebración del día de la mujer, en una nota de opinión, el diario mexicano El Universal de México reconoce el aporte de las mujeres. "En la construcción de la conciencia sobre un nuevo régimen jurídico para la comunicación, el esfuerzo más constante ha provenido de mujeres extraordinarias, situadas en la enseñanza, la investigación y el periodismo", se destaca.

Francisco Ficarra es un profesor, periodista y escritor italiano. Reside actualmente en la costa mediterránea y en los Alpes italianos. Escribió "Una brújula social para los comunicadores", un llamativo artículo de opinión.Dice Ficarra que el comunicador debe ser ante todo social y debe tener conocimientos de jurisprudencia. Debe implicarse en la realidad cotidiana de las injusticias sociales de la emigración forzosa y de la explotación laboral:
Coincido con Ficarra en que tampoco se le puede pedir a un comunicador social que se transforme en un Terminator o Robocop.
En otras palabras, hay que dividir las responsabilidades para que se produzcan cambios profundos, y no dejarlo tan solo en las manos de un pequeño equipo de profesionales de la comunicación.
La realidad actual es dicotómica, ricos y pobres. En muchos países ha desaparecido o tiende a desaparecer la clase media. La economía manda y dispone las voluntades de los mandatarios para el uso y el abuso de recursos:De que sirve cantar vehementes himnos nacionales, colgar decenas de medallas, izar banderas en sitios prácticamente inhóspitos para los humanos, acciones teóricamente patriotas, cuando la auténtica soberanía de los Estados pasa por la economía.
Dice Ficarra: "Quizás muchos hayan aprendido la lección que, antes de chismorrear de otras naciones como repúblicas bananeras, tienen que observar y reflexionar previamente cómo está el patio de su casa."
En esta situación se producen las mareas humanas migratorias y se dan "cánceres laborales" como son el "mobbing" (la persecución laboral) y el "bossing" (acoso moral en el trabajo) o la combinación de ambos. Todo ante la carestía de un marco laboral.
Concluye Francisco Ficarra aludiendo a la función social del comunicador. Establece claramente el compromiso de éste con su entorno, un compromiso que debiera ser compartido por todos, pero cuya urgencia se hace más palpable y ostensible en él:"

Una ponencia de la ecuatoriana Pamela Velasco sobre el nivel de aceptación de la población guayaquileña entre 35 y 60 años tuvo como objetivo demostrar que la mayor sintonía radial influye en la opinión pública de los ecuatorianos.
El trabajo parte de la hipótesis de que "Las críticas políticas que emiten los locutores radiales modifican las opiniones de la población." Y analiza los motivos que impulsan a los locutores radiales a emitir críticas sobre determinados temas. Afirma que toda crítica radial está orientada a un fin: involucrarse explícita o implícitamente a influir. Según Pamela, la población es víctima de las críticas persuasivas de los locutores radiales, teniendo en cuenta a la radio como elemento de poder; que los locutores manejan muy bien la palabra; que utilizan frases atractivas para los oyentes; que llegan a la población con sus ideas y que sus comentarios involucran y modifican las opiniones de la población. (www.monografias.com/trabajos10/lradial/lradial.shtml - 74k )

En la su obra "La tiranía de la comunicación", Ignacio Ramonet, director de Le Monde, habla de que junto con la revolución informativa y mediática, se ha producido una revolución de orden económico consistente en la absorción por parte del mercado de cada vez más ámbitos de la sociedad y en la expansión global de éste, geográficamente hablando. Y la llama la segunda revolución capitalista. La nueva cultura de masas es la institución dominante, tiránica incluso. La comunicación audiovisual se dirige al público masificado que la consume. Trabajadores al servicio de empresas u organismos ocupados esencialmente en maximizar beneficios y bajar costos. Hasta las emisoras estatales o públicas deben ser autosuficientes mediante el recurso comercial. Ni hablar del uso que les da el poder político de turno para rentabilizar sus votos en comicios electorales.
Reverte ha publicado una feroz autocrítica al estado de sujeción y heteronomía –el reverso de la autonomía- en el que se encuentran hoy los profesionales de la comunicación. La práctica real, corporativa, una especie de pacto de silencio, contraviene para Reverte los valores y orientaciones ideales, que se supone habrían de presidir e inspirar el trabajo de los comunicadores.
El diccionario define Etica como "la parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre." Su objeto es el estudio de la moral y la acción humana. Su estudio se remonta a los orígenes de la filosofía moral en la Grecia clásica y su desarrollo histórico ha sido diverso.
En la obra "Etica de los medios" de Ed. Gedisa, se infiere que dada la estructura jerárquica o de propiedad de las empresas de comunicación, hoy es difícil resistir la presión para hacer valer nuestras convicciones éticas. Allí se afirma que la autonomía ética como profesional está oscurecida, relegada por otros criterios ajenos al espíritu y la función social. No son la función y la responsabilidad social del trabajador de los medios temas fundamentales, asignaturas troncales en los estudios de comunicación audiovisual, aún cuando en los planes vigentes en la Argentina, se la incluye como "ética periodística" o "ética profesional". El objetivo general es brindar al alumno de locución, los conocimientos necesarios para comprender el contenido ético de la labor del locutor como criterio aplicable a sus acciones profesionales concretas.
Al final de la asignatura, el egresado debería ser capaz de comprender la dimensión ética de toda acción en general y de sus acciones en particular; comprender la relación entre la ética, los valores y las normas de conducta en general, así como los códigos de ética profesional. Debería describir las características de las principales concepciones filosóficas que han formulado los teòricos de los valores y las normas éticas, en particular, el pensamiento de Platón, Aristóteles, Kant y de los existencialistas. Poder describir el nihilismo ético, su funcionalidad en términos económicos y empresarios y sus consecuencias individuales y sociales; caracterizar la información y el proceso que la produce y difunde, como bien social, como derecho humano y como resultado de una actividad empresarial y económica; caracterizar la naturaleza, génesis estratos y circulación de la opinión pública; señalar la relación entre "verdad" y "objetividad";
Caracterizar el concepto de "ideología" como encubrimiento de la verdad al servicio de un interés; comprender y describir la relación entre la libertad de prensa, el derecho a la información del ciudadano (producirla y recibirla), la democracia y el régimen republicano de gobierno; describir las responsabilidades éticas del locutor y del periodista.
Describir el contenido y ser capaz de aplicar conceptos tales como intimidad y derecho a la intimidad en su relación con el derecho a la información; censura, censura judicial, censura encubierta y autocensura; secreto profesional, sus límites y reglamentación legal; preservación de las fuentes; cláusula de conciencia; injuria, calumnia, real malicia; apología del delito y delitos cometidos mediante la prensa; derecho de réplica.
Conocer y describir el proceso de génesis y contenido de los códigos de ética profesional en el Derecho Positivo y ser capaz de aplicar sus normas a casos concretos.
No obstante, el joven locutor, va a encontrarse uno de los más grandes obstáculos para la revitalización ética de la profesión: el avance de la oligopolización de las empresas. Lo que hoy se conoce como TIC (tecnologías de la información y la comunicación). La lógica mercantil neoliberal y absorbente se impone en el sector. La validez de la deontología –rama de la ética cuyo objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales, e introducido como término por Betham en 1834) se revela a través de acciones individuales casi heroicas.

Maximizar beneficios es reconocer la superficialidad de las consideraciones morales ( "Etica de los medios"-Ed.Gedisa).
Socialmente, el efecto de esta política económica de los medios empieza a advertirse desde los años 80: el aumento de la desconfianza del público, la sospecha de que el espectador es utilizado y el consiguiente desprestigio de los profesionales. En Gran Bretaña, los comunicadores tienen más descrédito incluso que los abogados (con perdón de éstos, si hay alguno en la sala).
Carlos Villarino, orador en las Jornadas Cientìficas celebradas en Caracas, sostuvo que el tema de la ética está cargado de tabúes y mitos que oscurecen su comprensión y desvirtúan su aplicación en las diferentes esferas profesionales.
Villarino va desmontando los mitos y revelando los tabúes... La primera y fundamental fábula sobre el tema, dice, es la creencia de que la ética es una característica ontogenética del ser humano, que se nace siendo ético, que ser ético es algo que viene incorporado en nuestro registro de genes como el color de los ojos, la estatura o el tipo de cabello. A esta creencia la llama el Mito Ontológico. El resultado es que ciertos procederes de dudosa justificación son asumidos como éticamente correctos. El segundo mito importante, es aquel según el cual, para poder hablar sobre ética el locutor ha de ser una suerte de ser impoluto, jamás tocado por el error o el pecado. Según este mito, quien habla de ética sólo puede hacerlo desde la tribuna de la inmaculada rectitud, y cualquier aparente desviación lo inhabilita definitivamente para hablar de ella. (…) La forma más sencilla de censurar la crítica, es descalificar y desautorizar al que la formula tachándolo sin más de antiético. Para Villarino, es errónea desde su simple formulación, porque confunde intencionalmente la idea religiosa del pecado con el principio ético del deber. Y pide que seamos más claros: la ética no trata sobre la santidad, sobre el proceso de formación de profesionales santos, la ética es una disciplina autónoma dedicada al estudio de los fundamentos que se supone sustentan o justifican el proceder humano, pero también, es el ámbito incierto en el cual un actor social se cuestiona –o puede llegar a cuestionarse— el valor de cierta acción en determinadas circunstancias. No puede haber ética sin error, no puede haber bien sin mal, no se puede desde el punto de vista ético ser un santo, no puede haber ética sin dilemas morales, sin cuestionamientos, sin error. La idea de que quien habla de ética debe ser una persona pudorosamente intachable, contradice el sentido mismo de la reflexión ética, es tan errónea, como si se exigiera para poder hablar válidamente de microbios, el que el locutor esté íntegramente desinfectado. A esta idea errónea la llama el Mito de la Pulcritud.
El tercer y mortal mito sobre la ética, dice, es creer que ser ético es lo mismo que ser moral, que una persona que procede éticamente en su profesión es una persona que debe proceder moralmente en el resto de las esferas de su vida. El mito de que todo proceder moral es automáticamente ético y que todo proceder ético es simétricamente moral. Esta idea es peligrosa para Villarino, porque una vez introducida en la discusión sobre el por qué y para qué de una determinada acción, paraliza la reflexión crítica y da cabida al dogma. Y concluye "Nada más peligroso para la reflexión ética que la apelación a dogmas; quien apela a dogmas para justificar y argumentar su proceder revela su temor a la incertidumbre, al cambio y por tanto a la diferencia, es el caldo de cultivo de la intolerancia y la discriminación."

Esta ponencia no pretendió otra cosa que llamar a la reflexión sobre la pedagogía que hoy se desprende de los medios. Cinismo vs civismo y compromiso democráticos, abúlica convencionalidad antes que la apuesta por un yo autónomo, actuante y embarcado en un proyecto de autorrealización personal y ciudadana. ("Etica de los medios" Ed. Gedisa).
Como dijimos en el 2006, insistamos desde el aula, en el desarrollo de la creatividad y el compromiso social y político de los locutores, dándole especial énfasis a las acciones de solidaridad.
Sigue siendo prioritario reencontrarnos con el público y respetarlo como distinto. Reafirmemos que la ética y la responsabilidad social, son garantía de pluralidad en los contenidos de las emisiones, contaminadas por los intereses de los grupos que concentran gran cantidad de medios. Hoy más que nunca, debemos instalar en nuestras organizaciones el debate que nos permita responder con eficacia a los desafíos que se nos plantean a diario.

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